OTRA VEZ LE CORBEAU IT LE RENARD
El Cuervo, subido a un árbol, estaba no con un queso según
dice la fábula clásica, sí con un sangriento pedazo de carne
en el
corvo pico. Llegó el zorro. El olor lo hizo levantar la
cabeza, vio al
cuervo banqueteándose, y rompió a hablar;
—¡Oh hermoso cuervo! ¡Qué plumaje el tuyo! ¡Qué lustre!
¿No cantas, cuervo? ¡Si tu voz es tan bella como tu
reluciente
plumaje, serás el más magnífico de los pájaros! ¡Canta,
hermoso
cuervo!
El cuervo se apresuró a tragar la carne, y dijo al zorro.
—He leído a La Fontaine.
Alvaro Yunque
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